Todo peregrino que realiza el Camino de Santiago recibe una recompensa al llegar a la tumba del Apóstol, que no es otra que la del Camino recorrido y todo lo que eso conlleva: esfuerzo y sacrificio, llantos y alegrías, nuevas amistades e imágenes y momentos únicos que siempre quedarán en la memoria. Pero además, recibe la Compostela, la prueba material de que el peregrino ha realizado el Camino de Santiago y experimentado todo lo bueno de la aventura peregrina.

Pero, ¿Qué es la Compostela? ¿Cuál es su origen? ¿Cómo se consigue exactamente? ¿Qué tipos de Compostela hay? Y, sobre todo, ¿qué nos cuenta la Compostela? Todas estas respuestas las encontrarás en este post.

¿Qué es la Compostela?

Para empezar, hablemos con propiedad: se llama Compostela, no “compostelana”, pues la “compostelana” es la mujer natural de Santiago de Compostela. Muchos peregrinos, sobre todo los novatos, se refieren de este modo a la Compostela, y, ¡ojo al dato!: este error puede darte mala suerte y hacer que te salgan más ampollas o que te llueva en tu Camino.

Una vez aclarado esto, la Compostela es el documento que acredita que el peregrino ha realizado el Camino de Santiago y que se recoge en la Oficina del Peregrino de Santiago.

Una Compostela.

Como se puede ver en el ejemplo de la imagen, la Compostela es un pergamino de tamaño A4 que reconoce tu peregrinación. Por supuesto, en ella aparecerá tu nombre y la fecha en la que conseguiste este preciado tesoro.

Origen de la Compostela

Si viajamos en el tiempo, la primitiva Compostela sería la concha de vieira (venera o insignia), el principal símbolo del Camino de Santiago. En la Edad Media, cuando surge la peregrinación a Santiago de Compostela en el siglo IX, el Camino de Santiago era un viaje de ida y vuelta. Los peregrinos no lo hacían por aventura o turismo, sino como penitencia por haber cometido algún delito o pecado grave, o simplemente por devoción al Apóstol. Para probar que habían alcanzado la tumba de Santiago y cumplido esta penitencia, regresaban a sus hogares (si es que no morían durante el Camino) con una prueba material de la peregrinación, la concha del peregrino.

Peregrino con concha en la mochila.

Pero pronto la picaresca apareció, y algún gallego con buen ojo para los negocios comenzó a vender estas conchas a los peregrinos y facilitar la falsificación de la peregrinación. La Iglesia Compostelana y hasta el mismísimo Papa de turno, conscientes de esta situación, comenzaron a emitir, a partir del siglo XIII, las cartas probatorias, el antecedente y origen directo de la actual Compostela, difícil de falsificar. A partir del siglo XVI el camino cayó un poco en el olvido, y no sería hasta mediados del siglo XX cuando resurge, y con él, la entrega de Compostela. Será a partir del Año Santo de 1993 cuando el Camino resurge y la Compostela comienza a entregarse masivamente.

¿Cómo conseguir la Compostela?

Para conseguir la Compostela, que hoy en día se entrega de forma gratuíta en la Oficina del Peregrino de Santiago de Compostela, el peregrino debe primero conseguir su credencial. Insistimos, no confundir credencial con Compostela.

Vale, pues… ¿Qué es la Credencial del Peregrino?

La Credencial del Peregrino se puede conseguir en iglesias, oficinas de turismo y del peregrino, albergues, etc., es el pasaporte del peregrino, un librito de cartón fino donde debe escribir sus datos personales, el lugar de inicio de la ruta jacobea oficial a recorrer y la forma en que lo hace (a pie, en bicicleta, a caballo, a vela, en silla de ruedas, etc.), y en el que debe ir sellando al menos dos veces por etapa, es decir, al inicio y al final de la etapa. Se puede sellar en cualquier institución o lugar que esté en el Camino, como iglesias, monasterios, albergues, oficinas de turismo, ayuntamientos, hoteles, bares, restaurantes, etc. Con dos veces es suficiente, aunque algunos peregrinos se vuelven locos sellando en todos los lugares donde pasan.

Credencial del Peregrino.

Una vez conseguida, se deben realizar los últimos 100 km de cualquier camino oficial con llegada a Santiago de Compostela, a pie o a caballo. En el caso de los peregrinos en bicicleta, éstos deben realizar 200 km.

Y ahora, a dar nuestros datos

Una vez en Santiago, o incluso antes, hay que hacer un registro online obligatorio que consiste en rellenar un formulario con datos personales. Una vez hecho esto, recibimos un código alfanumérico que hay que mostrar a la entrada de la Oficina del Peregrino de Santiago, así como informar de la fecha en que hicimos este registro. Con todo esto hecho, recibimos un ticket con nuestro turno y un código QR, mediante el cual podemos consultar en tiempo real el tiempo de espera que nos queda. Cuando llegue nuestro turno, podremos entrar a la oficina, donde comprobarán nuestros sellos y nos darán nuestra ansiada Compostela.

Además, la Compostela permite un detalle curioso y emotivo: si haces el Camino en sustitución de algún ser querido vivo que no pueda realizar el Camino o incluso ya fallecido, puedes solicitar que tu Compostela sea dedicada a esa persona, la llamada dedicatoria vicarie pro, con la que, además de tu nombre, aparecerá el de ese ser querido.

Los dos modelos de Compostela según tu motivación

Una de las preguntas que nos harán en el registro online obligatorio es la motivación de la peregrinación. Si haces el Camino por un motivo religioso o religioso y otros, recibirás un modelo de Compostela, cuyo texto está escrito en latín y certifica que has realizado el Camino con fines religiosos y devocionales.

Dos modelos de Compostela.

No obstante, si el motivo es no religioso, te darán otro distinto. La Iglesia Compostelana, al darse cuenta de que muchos peregrinos realizan el Camino por interés deportivo, turístico o cultural, abre sus puertas a todo peregrino y otorga también un certificado de peregrinación. Por supuesto, sigue apareciendo tu nombre, si bien el documento tiene un formato diferente y el texto no está en latín, sino en castellano.

Además de la Compostela, existe la posibilidad de solicitar el Certificado de Distancia, un documento que indica desde dónde comenzó el camino el peregrino y cuántos kilómetros realizó. Si los anteriores modelos de Compostela son gratuítos, en este caso este documento cuesta 3€.

Otros certificados

Existen también otros certificados peregrinos, como el del Camino de Finisterre y Muxía. Este es un Camino oficial muy especial, pues tiene credenciales y certificados propios, la Finisterrana y la Muxiana. Por otro lado, haciendo el Camino de Santiago Portugués, también puedes conseguir la Pedronía en Padrón. Podríamos citar muchos más certificados de otros Caminos, pero eso te lo contamos en otros posts.

Resumiendo, querido futuro peregrino

Para hacer el Camino de Santiago y conseguir la Compostela debes seguir los siguientes pasos:

  • Escoge los 100 últimos km de un camino oficial;
  • Compra tu credencial oficial;
  • Camina y sella dos veces por etapa al menos (inicio y final);
  • Al llegar a Santiago (o incluso antes) haz tu registro online;
  • Ve a la Oficina del Peregrino de Santiago y… ¡listo!

La Compostela, algo más que un pergamino

Ahora que ya tienes toda la información, ya sabes cómo conseguir tu Compostela. Si te ha entrado el gusanillo peregrino, los últimos 100 km del Camino Francés desde Sarria o del Camino Portugués desde Tui serían las mejores opciones para conseguir tu primera Compostela.

El que avisa no es traidor: la primera Compostela que consigas no será la última, sino la primera de una gran colección, pues el Camino engancha. Sino, pregúntale a alguien que ya tenga alguna. Pero recuerda, tan importante o más que la Compostela, y como decíamos al inicio de este post, el mejor certificado que obtendrás será el saber qué es el Camino de Santiago y la Compostela interior que te quedará grabada para toda tu vida.