Una de las grandes preguntas que todo peregrino se hace cuando piensa en realizar el Camino de Santiago es cuándo hacerlo y cuál es la mejor época. Efectivamente, el momento del año para hacer el Camino de Santiago no es una cuestión baladí, amigo peregrino. Como sabrás, hay gran variedad de rutas que discurren por distintos territorios, cada uno con sus climas y temperaturas que cambian en función del calendario. Por otro lado, dependiendo de si buscas soledad o muchas y nuevas compañías en tu caminar, la decisión también puede cambiar. En este artículo te informaremos de cómo puede ser hacer el Camino de Santiago en cada época del año. Te ayudaremos a elegir tu fecha para que tengas la mejor experiencia en tu aventura peregrina.

Va por temporadas

La época del año es, por tanto, una variable a tener muy en cuenta, que afectará a los preparativos necesarios, la planificación de etapas y alojamientos y qué llevar contigo en la mochila, entre otros aspectos. Podríamos describir cómo es hacer el Camino de Santiago en cada estación del año, pero para que te hagas una idea más real, hay que hablar de temporada alta, media y baja. Muchas veces estas tres épocas abarcan dos o incluso tres estaciones del año, y consideramos más útil para ti hacer esta división.

Temporada baja, otoño e invierno

La temporada baja del Camino de Santiago abarca desde mediados de noviembre y mediados de marzo, es decir, parte del otoño y prácticamente todo el invierno. Como sucede también para los periodos vacacionales tradicionales, el clima frío, menores horas de luz y la ausencia de largas vacaciones hacen que esta sea considerada la época menos preferida para hacer el Camino de Santiago. Sin más, así lo confirma la estadística: la gran mayoría de los peregrinos prefiere épocas del año en que haga mejor tiempo. ¡Pero ojo! Esto no significa que sea la peor época, pues tiene muchas ventajas.

Dos peregrinos caminando en invierno.

Dos peregrinos caminando en invierno

Es cierto que el clima de esta época ofrece frío, lluvia, a veces viento e incluso nieve, pero los paisajes son hermosos y únicos en temporada baja, pues la caída de la hoja y la luz especial del otoño, así como las brillantes heladas invernales ofrecen estampas únicas en los senderos. También es cierto que, al haber menos peregrinos, muchos servicios al peregrino echan el cierre, aunque no todos, y con el Camino para ti sólo, disfrutarás de la ruta con una tranquilidad plena la naturaleza en su lado más salvaje te brindará paisajes espectaculares.

En esta época fría no te compliques

De tú a tú, entre noviembre y marzo, te recomendamos el Camino Francés, la mejor ruta de todas en cuanto a historia, paisajes, popularidad y disponibilidad de servicios, con diversidad de alojamientos y restaurantes. Muy recorrida en verano, es ideal para caminarla en esta época, pues evitarás la masificación. Puedes comenzar donde quieras: el Camino desde Sarria, con unos 115 km hasta Santiago de Compostela, tendrás más facilidad para encontrar alojamientos y las temperaturas serán frías pero no extremas; pero si te apetece un poco de aventura en la nieve y la alta montaña, puedes comenzar desde la mítica aldea de O Cebreiro y disfrutar de 150 km de montes y praderas gallegos.

No hay que olvidar el Camino Portugués, la segunda ruta más popular y bien dotada de servicios, también muy concurrida en verano. La cercanía al océano Atlántico hace que no se den temperaturas muy bajas, aunque hay que ir preparado para las lluvias, vientos y repentinas borrascas. Puedes comenzar el Camino desde Tui o desde Valença do Minho, unos 120 km, para así disfrutar de la frontera portuguesa y del hermoso río Miño.

El paisaje de Tui desde Valença do Minho.

El paisaje de Tui desde Valença do Minho

¿Y qué llevar?

Eso es, precaución amigo peregrino, no hay que fiarse del invierno. Prepárate para cargar tu mochila con ropa de abrigo y térmica, mudas y calzado cómodo para el fin de etapa. Por supuesto, durante la etapa, botas resistentes al agua, ropa de secado rápido, ponchos o impermeables con capucha y tal vez abrigo para tus manos, cuello y cabeza (¡ojo con el frío húmedo!). Los bastones de caminar pueden ser útiles para no resbalar en terrenos húmedos, y es recomendable llevar funda de mochila, un botiquín de primeros auxilios, linterna y batería externa y cargador para tu teléfono móvil.

Temporada media, primavera y otoño

En el Camino de Santiago la temporada media tiene dos períodos: entre mediados de marzo y junio, y entre mediados de septiembre y noviembre. Es una época curiosa, pues el Camino tiene bastante afluencia ya en las vacaciones de Semana Santa, así como en mayo y en septiembre, donde mucho peregrino extranjero hace el Camino para evitar las temperaturas extremas del verano y el invierno. Para muchos es la época perfecta para realizar el Camino de Santiago, con mayor horas de luz, temperaturas bastante suaves y días que combinan sol y precipitaciones.

Una bota con flores en el Camino en Primavera.

El Camino florece en primavera

Te enamorarás de los coloridos campos y senderos llenos de flores en primavera y del paisaje otoñal que se dibuja en los bosques gallegos, además de las fiestas propias de estas épocas del año, como el Samhain (o “Halloween”) entre octubre y noviembre y los Mayos en el mes homónimo. La aglomeración en esta época del año no es excesiva y te permitirá conocer gente maravillosa y de muchas nacionalidades sin el agobiante traqueteo de peregrinos en toda la ruta, por lo que te será más fácil relajarte y desconectar.

La mejor época para aventurarse en rutas de clima extremo

Además del Camino Francés y Portugués, rutas perfectas para casi todo el año, podemos recomendar rutas muy especiales. La Vía de la Plata es una ruta perfecta en esta época, pues evita el calor asfixiante del verano y comienza ya a tener servicios. Nace en Sevilla, y permite caminar al fresco por Andalucía, Extremadura y Castilla y León. Enlaza en Astorga con el Camino Francés, pero en la provincia de Zamora permite desviarse por el bello Camino Sanabrés, que desde Ourense y tras 110 km te lleva a Santiago de Compostela.

El Camino Primitivo es otra ruta muy especial, pues fue la primera en nacer. Es una ruta poco transitada y no es la que cuenta con más servicios, pero en temporada media ya comienzan a funcionar. Nace en Oviedo y atraviesa la alta montaña entre Lugo y Asturias, por lo que no es recomendable en invierno. Puedes hacerla cómodamente caminando los 102 km desde Lugo, donde, ya sin montaña, las apacibles colinas y aldeas gallegas alimentarán tu espíritu peregrino.

La ruta de Fonsagrada

El Camino por A Fonsagrada

Peregrino en “modo cebolla”

Esta época de clima variable hace que los peregrinos nos vistamos y desvistamos constantemente durante la caminata, quitando o poniendo capas cuando sale el sol o de repente llueve. Tu mochila llevará algo menos de peso que en temporada baja, pero has de tener en cuenta que puede haber noches y mañanas frescas, así como posibles lluvias entre claros de sol.

Nuestra recomendación sigue el sentido común a la hora de realizar el Camino de Santiago: algo de ropa de abrigo y térmica, mudas y calzado cómodo para el fin de etapa. El calzado resistente al agua y la ropa de secado rápido no deben faltar, así como algún poncho o impermeable. Es recomendable llevar funda de mochila, bastones, un botiquín de primeros auxilios (¡aviso a caminantes alérgicos en primavera!), batería externa y cargador para tu teléfono móvil.

Temporada alta, el puro verano

Esta temporada, la época reina del Camino de Santiago en cuanto a número de peregrinos, climas y servicios, va desde mediados de junio hasta mediados de septiembre. Como adelantamos en párrafos anteriores, el buen clima del verano, con sol, calor y poca lluvia casi asegurados hace que sea la mejor época para hacer el Camino de Santiago. Además, las ansiadas vacaciones de verano hacen que sea el momento escogido por muchos peregrinos, por lo que algunas rutas del Camino de Santiago están masificadas y debes planificar bien y reservar previamente tus alojamientos.

El Camino de Santiago en verano, lleno de peregrinos.

El Camino de Santiago en verano, lleno de peregrinos

En época de verano, y no hace falta ser meteorólogo para saberlo, las temperaturas son más calurosas en general. Dependiendo del tramo que realices, podrás pasar mucho calor en la Vía de la Plata o en tramos del Camino Francés por la meseta castellana, trayectos que además no ofrecen mucha sombra. En cambio, entre el País Vasco y Galicia no tendrás ese problema, ya que rara vez el calor llega a ser sofocante, tienes el mar cerca y contarás con abundante vegetación durante toda la ruta, algo que aliviará la sensación de agobio.

En verano, mar y montaña

Queremos que disfrutes a tope del verano y del Camino de Santiago, por lo que en esta época recomendamos sí o sí rutas que discurran cerca del mar. El Camino Portugués de la costa desde Oporto, con 194 km, es la mejor opción para disfrutar de las mejores playas del norte de Portugal y de las Rías Baixas gallegas. Siempre pegados al mar y proveniente del fresco norte, también aconsejamos hacer el Camino Inglés desde Ferrol, unos 114 km, cuya primera mitad te ofrecerá siempre la posibilidad de bañarte en las casi vírgenes playas de las Rías Altas. El Camino del Norte desde Ribadeo, con unos 190 km, ofrecerá también lo mejor del mar Cantábrico y de la montaña gallega a través de una ruta histórica.

Otra opción es hacer el Camino de Finisterre y Muxía, el llamado Epílogo, pues nace en la propia plaza del Obradoiro. Con un total de 120 km, llegarás a estas dos ciudades de la Costa da Morte, donde podrás disfrutar de las playas del océano Atlántico, los mejores mariscos y pescados y la inolvidable Puesta de Sol en el Fin del Mundo.

El cabo Finisterre y el islote de O Centolo.

El cabo Finisterre y el islote de O Centolo

Con poca ropa se camina mejor

En cuanto a la mochila, en esta época podrás ir más liviano de peso. Es casi obligatorio usar ropa fresca y calzado transpirable, un buen protector solar para evitar quemaduras en la piel y llevar gorra o sombrero para no calentarte la cabeza. No debes olvidarte del bañador, porque encontrarás lugares en los que darte un buen chapuzón para aliviar el cansancio.

Como siempre, es recomendable llevar funda de mochila, bastones, un botiquín de primeros auxilios, batería externa y cargador para tu teléfono móvil. Aunque hay poca probabilidad de lluvias, siempre pueden caer algunas gotitas, por lo que puedes llevar poncho o impermeable o bien, al haber muchos servicios en esta temporada alta, comprarlos durante el Camino.

Todas las épocas del año son buenas para hacer el Camino de Santiago

Bien sea en otoño, invierno, primavera o verano, lo más importante es que viajes bien informado, con una equipación y planificación adecuadas y sobre todo muchas ganas de disfrutar al 100% de la experiencia. Puedes hacerlo a pie o en bicicleta, solo, acompañado de amigos o familia e incluso, porqué no, hacer el camino de Santiago con tu perro.

Sabemos que no siempre es posible elegir la época perfecta del año para hacer el Camino de Santiago. Tendremos que adaptarnos a nuestras circunstancias personales, vacaciones en el trabajo y a los pros y contras de las rutas que os hemos comentado teniendo en cuenta los distintos momentos del año. Los inconvenientes que puedas encontrar tienen fácil solución: escoger la mejor ruta del Camino de Santiago, planificar bien las etapas y alojamientos, y equiparse de forma adecuada. ¡Ah! Y por supuesto, dejarse aconsejar por nosotros.